
¿EN QUÉ CONSISTE LA TERAPIA EMDR?
La terapia EMDR fue desarrollada a finales de los 80 por la psicóloga norteamericana Francine Shapiro, con el fin de tratar dificultades asociadas al estrés y vinculadas a situaciones traumáticas vividas.
Dicha terapia ha demostrado eficacia y rapidez para el tratamiento de trastornos de estrés postraumático (TEPT), trauma, duelo, fobias, ansiedad, TOC, trastorno de conducta alimentaria, adicciones y desórdenes relacionados con la infancia y adolescencia (trastornos de conducta, hiperactividad, dificultades de adaptación derivadas de adopción, divorcio, etc.)
La terapia EMDR está avalada por la Organización Mundial de la Salud y las Guías Clínicas Internacionales, debido a su evidencia científica y eficacia, para el tratamiento de diferentes patologías clínicas.
El acrónimo EMDR procede del inglés (Eyes Movement Desensitización and Reprocessing), que en español se traduce como “Reprocesamiento y Desensibilización a través de Movimientos Oculares”.
Durante la intervención, el terapeuta estimula los mecanismos de curación inherentes al propio sujeto a través de los movimientos oculares que se introducen en las sesiones de terapia. Así se pone en marcha el sistema de procesamiento de información del cerebro. Dicho sistema se activa de forma natural en el ser humano en la fase REM del sueño, en la cual se producen movimientos oculares similares a los que se utilizan en terapia.
Por supuesto, la terapia EMDR no se puede reducir a un simple movimiento de ojos. El protocolo EMDR se desarrolla en una serie de ocho fases que permiten:
- preparar el cerebro del paciente a fin de trabajar recuerdos clave del pasado de este
- abordar los eventos que en el presente precipitan los síntomas que padece
- potenciar los recursos inherentes de la persona, a fin de manejar las situaciones futuras con éxito.
¿Qué procesamos y desensibilizamos con EMDR?
En nuestro día a día, el cerebro trabaja de forma natural procesando los nuevos aprendizajes adquiridos, así como las experiencias que vivimos y las emociones asociadas a estas. Por ejemplo, si hemos sufrido un problema o estamos viviendo situaciones estresantes, nuestro cerebro tratará de procesar dicha información a fin de que la integremos en nuestra red de memoria como un recuerdo procesado y así nos servirá de guía y ayuda ante situaciones futuras.
Aunque este sistema es muy eficaz, a veces puede colapsarse, debido a una sobrecarga de información. En estos casos, la experiencia no queda procesada adecuadamente y no se produce un aprendizaje adaptativo. Por tanto, si algo nos produjo malestar, quedaremos sensibilizados ante situaciones estresantes similares. Este proceso, interrumpido por sobrecarga, estará en la base de la sintomatología no adaptativa que podemos desarrollar en el futuro.
¿Cuál es el proceso?
El protocolo EMDR se basa inicialmente en el desarrollo de una historia clínica pormenorizada, a fin de adaptar el tratamiento a las necesidades del paciente. A partir de este momento, se lleva a cabo un protocolo, a través del cual se procesan situaciones pasadas (recuerdos) que pueden estar relacionadas con las dificultades que traen al paciente a consulta.
Para ello trabajaremos a partir de dos objetivos esenciales:
- La comprensión del efecto que las experiencias vitales adversas y traumáticas han podido tener en el desarrollo de la problemática actual.
- El procesamiento de dichos recuerdos a través de procedimientos estructurados que incluyen movimientos oculares u otras formas de estimulación bilateral. Esto facilita la conexión entre los dos hemisferios cerebrales logrando el procesamiento de la información y la disminución de la carga emocional.
¿Cómo podría ayudarte esta terapia?
Cuando nos referimos a situaciones pasadas o recuerdos traumáticos no solamente nos referimos a situaciones extremas, como un accidente o un evento altamente perturbador para la persona, sino también a situaciones más cotidianas que pueden parecer de menor importancia: acoso escolar, duelo, sufrir sobrepeso, rupturas, haber recibido una educación exigente o sobreprotectora, enfermedad, entre otras.
A través del procesamiento de estos recuerdos con EMDR conseguiremos:
a) una reducción de los síntomas, hasta su desaparición.
b) un cambio en las creencias/pensamientos no adaptativos.
c) la posibilidad de funcionar de forma adaptativa en la vida cotidiana.
¿Cómo elegir un terapeuta EMDR?
Es esencial que la terapia EMDR sea llevada a cabo por un profesional formado y acreditado en esta disciplina, con especialización complementaria en trauma.
En AMMA Psicología contamos con profesionales titulados y homologados por la Asociación EMDR España, la cual sigue los estándares de EMDR Europa y el Instituto EMDR de Francine Shapiro.
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